La banda puertorriqueña Calle 13 conquistó este sábado al público del Festival de la Canción de Viña del Mar con un espectáculo lleno de 'hip hop' y ritmos latinos en el que el vocalista entregó su voz, su vestuario y su carisma.
El dúo integrado por los hermanastros René Pérez, conocido como Residente, y Eduardo Cabra, que se hace llamar Visitante, ofreció un recital de ritmos latinos que durante una hora y media mantuvo en pie a los espectadores de la Quinta Vergara, que latía a golpe de 'hip hop', 'rap' y sonidos de herencia africana.
Pasadas las 1.30 horas del domingo, Residente saltó al escenario dispuesto a entregarse al público chileno con un espectáculo de letras transgresoras, ritmos pegadizos y varias sorpresas, como un dúo con el cantante argentino Vicentico y un espectáculo que duró mucho más de lo que se vio por televisión.
El vocalista inició con 'Suave' y 'Cumbia de los aburridos' una velada que pronto se convirtió en una auténtica fiesta de cumpleaños, en la que los cerca de 15.000 asistentes, convertidos en improvisados invitados, tomaron la voz en el espectáculo para felicitar a Residente por su treinta aniversario.
Vestido con unos pantalones vaqueros, el cantante pronto les regaló su camiseta y les entregó después sus zapatillas, su voz y su interés por la cultura chilena con la intervención de un grupo de 'chinchineros', auténticos hombres orquesta capaces de tocar el bombo y el platillo mientras dan vueltas sobre sí mismos.
Con su éxito '¡Atrévete te, te!', Reincidente hizo saltar a todo el anfiteatro y derrochó simpatía cuando acabó agotado, pidió una botella de agua y decidió sacar a cuatro chicas del público al escenario, donde el artista desplegó sus mejores movimientos con el torso descubierto.
La banda tocó 'Se vale todo' rodeados por el fuego de las antorchas que iluminaban el plató, en el que finalmente Calle 13 no interpretó el tema 'No hay igual' a dúo con la canadiense Nelly Furtado, quien esta noche abrió la cuarta noche de conciertos del festival.
Sin embargo, Calle 13, que este año ganó el premio Grammy al mejor álbum urbano latino por 'Residente o Visitante' (2007), sorprendió al auditorio cuando cantó el tema 'Llégale a mi guarida' con el argentino Vicentico, quien mañana actuará en este festival.
Tras interpretar el éxito de 'Chulin Culin Chunfly', el público concedió una antorcha de plata, pero Calle 13 quería más, agitó al auditorio y recibió una antorcha de oro, otro de los galardones del festival, que Reincidente agradeció lanzando sus zapatillas al anfiteatro.
La recompensa llegó con el esperado y conocido 'Tango de pecado', que generó controversia cuando sectores católicos aseguraron que contenía un mensaje satánico, y la provocación les valió la Gaviota de Plata, el máximo galardón de este festival, en el que el público cada vez otorga estos premios con más facilidad.
Con la polémica canción, la retransmisión televisiva llegó a su final, pero no la fiesta organizada por Calle 13, que ya fuera de conexión continuó haciendo gozar a sus seguidores con 'Japón-pon' y 'Pa'l Norte'.
Decidido a darse en cuerpo y alma al público, Reincidente saltó al palco y puso en aprietos a los responsables de la seguridad del recinto, que se tuvieron que esforzar para parar la marea humana que se abalanzaba sobre el cantante, quien no estaba dispuesto a permitir que las cosas acabaran así.
Después de diez minutos de negociación con los organizadores del 'show', Calle 13 volvió a empuñar sus instrumentos para despedirse con 'La Jirafa' de un público que aún permaneció de pie en sus localidades pidiendo que la banda no les dejara, que les regalará unos minutos más de buena música y sencillez.
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